RBA Libros acaba de reeditar tres de mis libros en una nueva edición que llaman la “Biblioteca” Eduardo Jáuregui:
Estoy emocionado, desde luego, pero también un poco ruborizado. ¿Biblioteca? No sé si aun merezco tal honor, que quizás habría que reservar para los Vargas Llosa y compañía, tras largas décadas de prolífico trabajo literario y todo tipo de reconocimientos.
No creo que se trate de falsa humildad, ni es que minusvalore mis libros. Al contrario, los amo, los adoro… Soy tan parcial e irracional con ellos como cualquier padre con sus hijos. Sencillamente dudo de que tres libros merezcan el rimbombante título de “Biblioteca”, como dudaría el padre de tres hijos a la hora de llamarles muchedumbre, tribu o nación. Me recuerda un poco a ese gran tema de los payasos de la tele:
Para mí una biblioteca es la de Alejandría, la del British Museum, la de la torre de El Nombre de la Rosa: Grandes salas repletas de estanterías y escaleras; pasillos y pasadizos (incluso secretos) forrados de libros; laberintos de sabiduría inagotable que desafían al visitante a leerlos todos en su breve existencia. Millones de libros. O cientos de miles. O al menos miles. O al menos cientos. Ehm… alguna docena. ¿Pero… tres?
“Mi biblioteeeeca tiene tres libros…”.
En fin, serán cosas del marketing. Pero me alegro de que se publique esta “Biblioteca Eduardo Jáuregui”, casi tanto como mi madre, que está orgullosísima, por supuesto. Porque significa que estos tres libros, que se habían agotado, dejando a miles de lectores (o cientos, o alguna decena, o… quizás hasta tres) sin sus copias, finalmente volverán a las librerías.
Ya lo tengo. Más que Biblioteca, habría que llamarla “Trilogía”, que es más Starwars. Y sobre todo más correcto.